Por qué la OCU desaconseja el uso de alzadores para niños en el coche

Por qué la OCU desaconseja el uso de alzadores para niños en el coche

La seguridad vial tiene mucho que ver con la prevención, especialmente cuando hablamos de los más pequeños, uno de los colectivos más vulnerables. Según informa la Dirección General de Tráfico (DGT), las lesiones por accidente de tráfico son la primera causa de muerte en niños de 5 a 14 años en el mundo. 

La principal medida para evitar o reducir lesiones graves o fatales en caso de accidente es el uso de los Sistemas de Retención Infantil (SRI), obligatorios para menores cuya estatura es igual o inferior a 135 cm y recomendados hasta que alcanzan los 150 cm. 

El incumplimiento de esta normativa está penado con una sanción de 200 euros, la retirada de 3 puntos del carnet -cuando se apruebe la nueva ley de tráfico se restarán 4- y con la posibilidad de que el agente inmovilice el vehículo.

La silla siempre debe estar homologada, adecuarse al tamaño del niño y su instalación debe seguir las instrucciones del fabricante. En una infografía que publicó hace unos meses la DGT en Twitter, se muestran los cuatro tipos de SRI que deben utilizar los niños en función de su peso y estatura para que circulen de forma segura. 

Tal como explican, “la proporción en el peso y el tamaño de la cabeza en los niños condiciona, entre otras cosas, su centro de gravedad. Por eso, y por razones físicas de maduración de su cuerpo, es fundamental que, en cada caso, se utilice el SRI adecuado”.

El incumplimiento de esta normativa está penado con una sanción de 200 euros y la retirada de 3 puntos del carnet 

Según van creciendo los pequeños, las sillas infantiles se van quedando pequeñas y deben ir sustituyéndose por modelos más grandes correspondientes al grupo 2/3. Sin embargo, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) informa que “dado el espacio que ocupan en los asientos traseros y lo que pesan, no es raro sustituirlas por un alzador”, lo que califican de “decisión equivocada e incluso peligrosa para el menor”.

Si bien es cierto que el uso de elevadores es legal a partir de los 4 años, siempre y cuando sean homologados y el niño sobrepase los 15 kg, la OCU rechaza su utilización ya que según señalan “no garantizan una protección suficiente en caso de impacto lateral, un tipo de choque muy habitual en las ciudades”. En la misma línea, también desaconseja quitar el respaldo de cualquier silla infantil, aunque estas lo permitan.

A su juicio, la OCU recomienda que “cuando el niño crece y supera el rango de altura o peso para el que se ha diseñado la silla, debe adquirirse otra adaptada a sus nuevas dimensiones. Es la opción más segura y no tiene por qué resultar cara”. Para ejemplificarlo, explican que de “entre las 30 sillas del grupo 2/3 (indicadas para niños de 15 a 36 kg de peso, de entre 4 y 12 años, o si están homologadas con la norma R129, para niños de entre 100 y 150 cm) analizadas y publicadas en la revista Compra Maestra, hay modelos con una excelente relación calidad precio, como el Römer Discovery SL, que se vende desde 90 euros”.

La OCU recomienda seguir utilizando SRI hasta que el niño mida 150 centímetros

En ese sentido, aunque la ley solo obligar a usar silla hasta que el menor alcance los 135 cm, la OCU recomienda usarla hasta que alcance 1,50 metros, "tal y como se establece en otros países europeos al considerar que resulta más segura que usar simplemente el cinturón del adulto”.

Por su parte, desde Matias Massó, S.A., importador en exclusiva de Britax Römer para España, Portugal y Andorra, defienden la utilización de elevadores siempre y cuando lleven respaldo. También los recomiendan hasta los 150 cm ya que los fabricantes de coche suelen diseñar los cinturones de seguridad para personas de, como mínimo, 1,5 metros. 

“El respaldo de un dispositivo de retención infantil incorpora unas guías para que el tramo diagonal del cinturón quede correctamente colocado a la altura del hombro, evitando que se sitúe sobre el cuello y la cara, como suele ocurrir con los simples cojines elevadores o alzadores, especialmente con los niños más pequeños", explican desde la compañía. 

Además de mantener un correcto guiado del cinturón de seguridad, el respaldo ofrece una mayor protección 

Además de mantener un correcto guiado del cinturón de seguridad, el respaldo ofrece una mayor protección desde la cabeza hasta la cadera en caso de colisión. Por su parte, el reposacabezas que incorporan proporciona mayor seguridad y confort. Asimismo, según Matias Massó, "los dispositivos más completos añaden, además, elementos laterales a la altura de los hombros, que se deforman para absorber la energía del impacto antes de que alcance al niño y reduce las fuerzas de un choque lateral hasta en un 40%”. 

El posicionamiento de Jané Group tampoco está alejado de la OCU, recomendando alargar el uso de estas sillas con respaldo hasta el máximo posible (los 150cm de altura). “El motivo es sencillo, alrededor del 24% de las colisiones de tráfico son entre laterales y fronto-laterales, y es precisamente en este tipo de colisión y especialmente las laterales donde se producen lesiones más graves o muerte”. Es cierto, “que el estado de la técnica en los automóviles ha evolucionado considerablemente y muchos automóviles actuales ya montan de serie airbags laterales en los asientos traseros. Aunque como siempre tropezamos con la dura realidad, y esta nos recuerda que el parque automovilístico de España tiene una media de 11 años de antigüedad, y esto no ayuda. Es en estos casos, no es difícil entender que los asientos para niños con respaldo y cabezal integrados ofrecen un plus de protección y pueden reducir más que considerablemente las posibles lesiones o muerte en caso de accidente.

Por otro lado, la OCU desaconseja el uso de algunos dispositivos ajenos a la silla infantil, como los protectores de la hebilla del arnés, los cinturones dobles, los extensores y los sistemas de guiado del cinturón de adulto. Tal y como explicamos en otro artículo, este tipo de accesorios, que reciben el nombre de “aftermarket”, carecen de una normativa en España que no les permite tener homologación ni siquiera un certificado de seguridad común. Por eso, la empresa tecnológica enfocada en seguridad vial infantil Rivekids reclamaba a las administraciones públicas que desarrollen un protocolo de verificación técnica en seguridad que contemple todos los accesorios 'aftermarket' del coche.

La OCU considera que estos sistemas no homologados “pueden dificultar la operación de desatado del niño en caso de urgencia; de hecho, algunos son contrarios a la normativa. En estos casos la organización pide a las autoridades que se retiren cuanto antes del mercado”.

FUENTE: LA VANGUARDIA⁠⁠⁠⁠⁠⁠⁠ 


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